EDUCACIÓN


La prueba se efectuará el 16 y 17 de noviembre para los 4° básicos y una semana después, el 23 y 24 a los 2° medios. En total serán más de 400 mil estudiantes. Ministerio de Educación ya anunció que la evaluación se cambiará por una que busca combinar varios niveles de establecimientos y de evaluaciones de docentes.

Este 16 y 17 de noviembre los estudiantes de 4° Básico rendirán la prueba Simce, y una semana después lo harán los estudiantes de 2° Medio. Se trata de 230 mil estudiantes de básica, pertenecientes a 8 mil establecimientos educacionales, y de unos 200 mil de alumnos de enseñanza media correspondientes a 2.700 establecimientos.

Asimismo, se trata de la última evaluación del Simce, como se conoce hasta ahora, ya que el Ministerio de Educación anunció su reemplazo por un nuevo instrumento, el cual según informó el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, a El Mercurio, “lo que buscamos con el proyecto de ley que presentaremos al Congreso es un equilibrio entre evaluación y apoyo, mediante un sistema de evaluación que combine varios niveles: nacional, local y a nivel de establecimiento, y que se complemente con las evaluaciones que realizan los mismos docentes”.

Según agregó la autoridad, “los resultados del Simce y de pruebas internacionales como PISA, es que en 10 años el Sistema de Aseguramiento de la Calidad no ha logrado mejorar los aprendizajes. Esto es así porque este sistema ha estado cargado hacia la presión y la evaluación, y no tanto hacia el acompañamiento de las comunidades educativas”.

Al respecto, Consuelo Iturrieta, coordinadora de Incidencia Pública de Educación 2020, sostuvo que, si bien son necesarias las evaluaciones, el actual sistema se encuentra sobrepasado de mediciones por lo cual es necesario realizar modificaciones. “Las evaluaciones en el sistema educativo son necesarias para realizar diagnósticos y toma de decisiones oportunas en todos los niveles: en la propia escuela, en los territorios y por supuesto que en la política pública a nivel nacional. Sin embargo, el sistema actual está sobrepasado por la gran cantidad de evaluaciones: previo a la pandemia, el Plan de Evaluación para el periodo 2021-2026, aprobado por el Consejo Nacional de Educación, comprendía 44 evaluaciones censales desde 2º básico a 2º medio, 9 evaluaciones muestrales, y 9 internacionales, llegando a un total de 62 evaluaciones para un periodo de 6 años. Esto, nos parece que, finalmente, solo genera mayor presión y agobio en las escuelas, que tiene como consecuencia que se pierda el foco de su labor pedagógica para remitirse a preparar las evaluaciones”.

En esa misma línea, en Educación 2020 consideran que “es necesario tener una evaluación de aprendizajes del sistema educativo, que permita monitorear la política pública y retroalimentar la toma de decisiones de apoyo a los establecimientos que más lo necesitan. Es fundamental, sin embargo, evaluar y realizar modificaciones a la organización del Sistema de Aseguramiento de la calidad de nuestro país, que atribuye una alta relevancia a las evaluaciones externas. Creemos que es importante revisar tanto los propósitos como las condiciones de frecuencia, cantidad y universo a aplicar”.

Sobre el cambio en la metodología de la evaluación, Iturrieta manifestó que “este cambio hacia un modelo muestral permitiría eliminar además la innecesaria presión que ejercen los rankings elaborados a partir de las evaluaciones censales sobre las escuelas. La eliminación paulatina de algunas pruebas censales y su reemplazo por evaluaciones muestrales deberá acompañarse del desarrollo de capacidades para la evaluación en los niveles intermedios, de tal forma que sea el nivel local desde donde se diagnostican y monitorean los aprendizajes de los y las estudiantes de un territorio, acorde a las metas, necesidades y prioridades de cada localidad. Por otro lado, será importante seguir avanzando en potenciar las capacidades al interior de las escuelas para la evaluación formativa, lo cual resulta especialmente pertinente”.

Finalmente, sugirió a los establecimientos educacionales “que puedan participar de manera activa en la medición, entendiendo que busca ser un aporte para la política pública ya que permitirá tener una visión global de los aprendizajes luego de la crisis provocada por la pandemia, pero sin presionar a las y los estudiantes y a los equipos docentes”.

Mientras que a los estudiantes que se someterán a la prueba, les recomendó “que estén tranquilos porque los resultados no les afectarán de manera negativa, sino que sólo será información para poder tomar mejores decisiones. Por último, sugerimos que consideren las pruebas como una oportunidad y que puedan dar cuenta de lo aprendido durante los últimos años”, sostuvo.

 

 

Cápsulas Constitucionales

Suscríbete a nuestro newsletter

NewsLetter

Recibirás la información del mejor diario digital del país.

Completa este formulario de inscripción y recibirás nuestro newsletter




    * Todos los campos son requeridos.

    Un momento...

    Muchas gracias por suscribirte.

    Pronto empezarás a recibir en tu correo el NewsLetter de el Diario de la Educación.