Así lo dio cuenta el primer diagnóstico de las acciones que las entidades de enseñanza superior realizan en dicha materia para sus alumnos, dado a conocer por la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa Huencho, y el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado.
El 65,4% de las instituciones de educación superior cuenta con unidades específicas encargadas de la salud mental de sus estudiantes y, de ellas, cerca del 40% fueron creadas entre 2019 y 2022.
Así lo dio cuenta el primer diagnóstico de las acciones que las entidades de enseñanza superior realizan en materia de salud mental para sus alumnos, dado a conocer por la subsecretaria de Educación Superior, Verónica Figueroa Huencho, y el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado.
El análisis se realizó a través de una encuesta que respondieron 107 instituciones -de las 134 que integran el sistema- y que en su conjunto representan al 86,9% de la matrícula total de pregrado, en centros de formación técnica, institutos profesionales y universidades.
Según el estudio, entre 2019 y 2022, se aprecia una preocupación por parte de las casas de estudio, en materia de sensibilización sobre la dimensión de salud mental, para las y los estudiantes, donde el 62,6% de las instituciones han realizado campañas sobre esta materia.
Una situación similar se observa en la elaboración de guías de actuación o protocolos de detección y/o respuesta a problemas de salud mental. Un 56,1% de las entidades declara contar con éstos.
En este aspecto, sin embargo, se aprecia una brecha importante entre subsistemas. Por ejemplo, un 89,1% de las universidades cuentan con unidades para abordar la salud mental de sus estudiantes, mientras que solamente un 57,5% de las instituciones del subsistema de educación superior técnico profesional cuentan con ellas.
Tal como explica la subsecretaria de Educación Superior, “a modo de síntesis, la información recopilada da cuenta de la presencia de una estructura para abordar situaciones relacionadas con la salud mental de los estudiantes, en parte importante de las instituciones del sistema, sin embargo, aún no se cuenta con información que permita profundizar sobre el impacto y alcance de dichos esfuerzos para el conjunto de estudiantes de educación superior”.
Al respecto, la autoridad señala que este informe es el puntapié inicial a un trabajo en conjunto con diversos actores del sistema para enfrentar decididamente este problema.