POLÍTICA


El decano de la Facultad de Derecho, Gonzalo Rioseco, advirtió que el texto que se someterá a votación tiene una “superabundancia de conceptos abiertos, vagos o muy imprecisos, incluso vacuos, que impiden aquilatar certeramente su contenido y que, por lo mismo, transforman la decisión de aprobar en un albur, en un acto de ciega fe o, peor aún, en un salto al vacío”.

La Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo publicó un detallado análisis de la propuesta constitucional que se votará el 4 de septiembre, identificado “nudos críticos”.

El decano de la facultad, Gonzalo Rioseco, afirmó, a modo de introducción al análisis en que participaron varios abogados y académicos de la facultad, que “no hay ninguna duda que Chile se enfrenta a uno de los hitos más relevantes de los últimos tiempos y ya está más o menos claro que cualquiera sea el resultado del próximo plebiscito del 04 de septiembre, la norma constitucional que marcará el rumbo y principios del orden jurídico nacional, cambiará”.

Agregó que “ha querido parafrasear el título de un célebre poema del poeta Gonzalo Rojas, aprovechándome de su poderosa fuerza expresiva, para llamar la atención y, si me es posible, arrojar algunas luces respecto a un problema del texto constitucional propuesto, que lo recorre y cruza por completo, y que es la superabundancia de conceptos abiertos, vagos o muy imprecisos, incluso vacuos, que impiden aquilatar certeramente su contenido y que, por lo mismo, transforman la decisión de aprobar en un albur, en un acto de ciega fe o, peor aún, en un salto al vacío”.

Sin duda, sostuvo el abogado y académico, de ser aprobado el proyecto, esta deficiencia será fuente de innumerables problemas de interpretación, con todas las perniciosas consecuencias que ello implica. Todo abogado sabe que si un texto normativo, por su vaguedad, permite dos o más soluciones interpretativas, esas, tarde o temprano, surgirán, serán planteadas en estrados según la conveniencia de las partes que intervengan y habrán de ser los órganos que ejercen jurisdicción los que, mediante un largo proceso, irán decantándolos, precisándolos, lo que tampoco resulta tranquilizador, dada la configuración que en el proyecto de Constitución da a lo que llama “Sistemas de Justicia” y al omnímodo “Consejo de la Justicia”, advirtió.

Rioseco hizo ver que “la incertidumbre se ve agravada por la omisión en las Actas de las Sesiones de la convención constituyente de los debates y discusiones que tuvieron lugar en su seno. Revisadas aleatoriamente poco más de 10 de las 110 Actas de las sesiones del Pleno, disponibles en el sitio web de la convención, me sorprendo que en todas se limitan a señalar los nombres de los convencionales que intervinieron, pero sin consignar el contenido de sus intervenciones, situación que, amén de contravenir, sino la letra, el espíritu de normas del Reglamento de la Constituyente en materias referentes a la publicidad y transparencia de los actos del organismo, nos priva de un valioso elemento de interpretación de sus normas”.

“El problema es que, aprobando un proyecto que contiene conceptos tan vagos, estamos creando la herramienta para hacerlo, y, los ánimos refundacionales, revanchistas y abiertamente hostiles a las actividades productivas, por lo menos, las que se desarrollan a gran escala, no permiten confiar en que dichas herramientas caerán en buenas y razonables manos”, añadió.

También aclaró el abogado que “todo lo dicho resulta, en cierto modo, paradojal, si se tiene en cuenta que al principio del proceso se planteó la necesidad del uso de un lenguaje claro, a fin que toda la ciudadanía o, por lo menos, la gran mayoría de ella, y no solo los operadores jurídicos, pudiera entender la nueva Constitución. Loable idea, pero superficial la forma en que se aborda, desde que omite que la claridad de un texto no depende puramente de privilegiar un lenguaje llano. Y una sintaxis adecuada. El lenguaje es la forma de expresión de las ideas, y si éstas son confusas, torpes o derechamente falsas, ninguna forma de expresarlas las redimirá de ese, su pecado original. De ahí que muchos no puedan permitirse ser claros, pues dejarían en evidencia ya su pobreza de ideas, ya la falta de honestidad de estas”.

El académico de la UDD concluye parte de este artículo aseverando que, “así las cosas, pienso que los convencionales pudieron reiterar conceptos ya asentados en nuestro país para aprovechar el acervo constitucional que hemos construido en todos estos años. Al decidir no hacerlo, adoptaron un camino lleno de incertezas innecesarias, solamente para satisfacer un injustificado ánimo refundacional, basado en sesgos ideológicos radicales de unos y posiciones personales odiosas de otros, más que en el bien común y el desarrollo de Chile”.

El análisis completo se puede ver aquí: UDD Anális y nudos críticos de la propuesta de constitución (1) (1)

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